Isabel de Plaart
Toca embarrarse…
¿Existe aún el hueco para el/la pequeño/a artesano/a?
Yo creo que sí y cada días más, el valor de lo artesanal como expresión cultural que nos conecta con nuestras tradiciones actualmente está ganando una mayor importancia. La sociedad demanda productos no estandarizados acordes a criterios de sostenibilidad que pongan en valor el trabajo de calidad, el tiempo y el cariño de la producción artesana.
La pieza artesana bien diseñada y realizada, atemporal y duradera, apreciando la belleza de las imperfecciones del trabajo manual que la hacen única y que nos diferencian. Un nuevo sentir que nos humaniza y apuesta por un consumo responsable del menos y mejor. La artesanía como valor de exclusividad y autenticidad.
¿Cómo distanciarte de las grandes marcas?
Mi intención con mi marca Plaart, es crear piezas únicas alejadas del producto seriado y masificado, versionando técnicas y estilos tradicionales desde una perspectiva contemporánea y ofreciendo un producto muy personal y cuidado.
El realizar las piezas de cerámica a mano una a una con criterios de obra personal y de exclusividad, es una alternativa dirigida a un perfil de comprador que busca productos únicos que valora el trabajo del artesano y que demanda este tipo de “lujo”.
Un nuevo lujo entendido no como un producto caro, como puede ser una lavadora inteligente que dispensa el detergente necesario en cada lavado o un Smartphone con una cámara de tres objetivos distintos, sino el lujo del trabajo hecho a mano con oficio y maestría.
¿De dónde surge esta pasión?
En multitud de ocasiones con el tema de la cerámica escuchas, “llegué por casualidad…”, “fue un descubrimiento…”. Mi encuentro con la cerámica no fue casual en absoluto, desde niña me fascinaba el trabajo de torno del alfarero, me parecía algo mágico, pero es de esas cosas que dejas aparcadas y durante años ni te planteas.
Toda mi trayectoria profesional ha estado relacionada con las artes plásticas. Mi formación artística empezó en Bellas Artes en la Universidad Complutense de Madrid, donde me especialicé en la rama de escultura. Ahí se puede decir que empezó mi contacto con el barro, aunque más como medio que como fin, modelando en barro las piezas que finalmente reproduciría en bronce, resinas u otros materiales.
Tras años trabajando en el sector y en un momento que mi situación personal me lo permitía, decidí retomar esa fascinación y me adentré en el mundo de la cerámica. Me enganchó totalmente y continué mi formación graduándome como técnico en alfarería y como técnico en decoración cerámica en la Escuela de Arte Francisco Alcántara. Fue en esta etapa de formación donde nació el germen de lo que más adelante sería mi marca cerámica PLAART.
¿En qué te inspiras?
Esta ilusión y motivación que me llevo a iniciarme en la cerámica trato de transmitirla en mi trabajo diario. Creando piezas que no sean meramente utilitarias o decorativas, sino que tengan un fondo, una inspiración. Piezas evocadoras que nos emocionen, nos trasmitan sentimientos y despierten sensaciones.
Todas mis colecciones surgen de una idea, de un concepto, se inspiran en la naturaleza, en la cultura, en experiencias personales o la gente. Temas como la sostenibilidad en las series Geo o Stones, la ironía en la serie Bubbles o las tradiciones en la serie Ajuar donde se pone en valor nuestro legado cultural.
Pequeñas series o series limitadas, dejando siempre un espacio a lo inesperado, al detalle que hace que cada pieza sea absolutamente irrepetible.
También me motiva muchísimo las colaboraciones en las que partes de unas premisas o necesidades del cliente pero con la libertad de aportar una nueva mirada. Ya no es solo el disfrute de los objetos, es crear una experiencia alrededor de ellos..
¿Cuánto tiempo te lleva poder crear una pieza?
La cerámica tiene sus tiempos, es un proceso lento y no entiende de prisas. Detrás de cada pieza hay muchas horas de trabajo y esfuerzo. Es una disciplina que supone un ejercicio continuo de humildad y desapego, a menudo hay que repetir piezas y saber desprenderse de las que no cumplan los criterios de calidad.
Lo habitual desde que se empieza hasta que se termina una pieza son unas 3 ó 4 semanas, pero los tiempos son difíciles de concretar, dependen mucho de las características de la pieza y de las condiciones que la rodean, temperatura y humedad…
Se podrían enumerar las siguientes fases en la realización de una pieza:
1- Fase de modelado o conformación.
2- Repasado de la pieza
3- Secado lento de la pieza, suele durar varias semanas y no se puede acelerar por el riesgo de grietas y rotura.
4- Primera cocción de bizcocho, se tarda unas 48 horas hasta que se puede abrir el horno
5- Esmaltado de las piezas
6- Segunda cocción de esmaltado, otras 48 horas.
7- Repasado de posibles imperfecciones de la pieza ya cocida.
8- Packaging
9- Envío
Además si la pieza tiene decoración sobre esmalte tendría también: Aplicación de las grasas y
cocción de tercer fuego.
¿En qué momento se encuentra PLAART?
Plaart es un proyecto joven, aunque lleva fraguándose desde el momento en el que cogí la primera pella de barro pero, tal y como es hoy, lleva pocos años de recorrido. Actualmente, es un estudio en el que diseño productos y los fabrico a pequeña escala, además de distribuirlos y darles difusión. El hecho de canalizarlo todo es muy positivo porque consigo dejar mi huella como artista en todo lo que hago, desde el packaging que envuelve la pieza que voy a enviar, hasta la relación con el cliente o la foto que subo a Instagram.
En este punto en el que me encuentro, en el que parto ya de un buen producto que me representa y del que me siento orgullosa, puedo responder de él, de su elaboración, de la parte técnica y creativa; me ha permitido, además de las comercializar mis piezas a nivel particular, participar en exposiciones de alta artesanía nacionales e internacionales, colaborar con grandes instituciones y obtener reconocimientos dentro del mundo artesanal como la Homofaber Guide de la Fundacion Michelangello o la Asociaciacion de Artesanía Contemporánea SACo. por los valores de la mejor artesanía contemporánea de creatividad y excelencia.